El “niño envuelto dominicano” es un plato típico de repollo relleno, procedente de la gastronomía de Europa que se tropicalizó en la República Dominicana, también tiene influencia de “Yaprak” de la gastronomía árabe.
Este plato consiste en elaborar un relleno con carne de res en salsa condimentada, también puede ser de pollo, pavo, cerdo, mariscos e incluso vegetales.
El plato “niño envuelto” también se le conoce bajo la denominación de “niño envuelto en carne”, es un plato tradicional gracias a su fácil elaboración, la economía de sus ingredientes, por lo que son un plato perfecto para su elaboración y la economía de sus ingredientes, por lo que es un plato perfecto para cualquier ocasión e inclusive para eventos especiales gourmet.
El libro “La olla mágica de Esperanza Lithgow” (2013), de la prestigiosa chef Esperanza Lithgow considera que el plato es originario de Uruguay, debido a la herencia italiana inmigrante a comienzos de siglo XX, que a su vez adaptó un plato de arrollados de carne picada en hojas de parra, tomado de la cocina árabe, judía o libanesa.
Es por ello que existen distintas posturas sobre el origen de esta receta, coincidiendo la mayoría que este plato es producto del legado creado por inmigrantes sirio-libaneses o judíos. También se le concede su origen a las raíces ucranianas debido al plato llamado “holupchi” ucraniano y el “malfuf mahshi” árabe, donde las bases de su elaboración son las hojas de repollo, carne en trozos sazonada y arroz.
Sí bien es un plato típico gourmet también se destacan sus orígenes de la cocina campesina de las comunidades inmigrantes, toda vez que permite que las porciones de carne rindan lo suficiente para una mayor cantidad de personas. Un dato curioso es que muchos conocedores comparan su nombre “niño envuelto” como un “bebé recién nacido” enrollado en su sabana.